martes, 4 de marzo de 2014

Consejos para un casting exitoso (actores)

Tómate tu tiempo

A menos que tu personaje sufra una parálisis, no te quedes sentado en la silla que te asignen. Apodérate de la sala y utiliza todo el espacio que tienes. Ello no significa que debes dañar, destruir, y ni siquiera mover los objetos dispuestos para el casting, sino que debes sentirte cómodo y sacar provecho del espacio.

No trates de probar cuán bueno eres

Simplemente, haz tu trabajo. Deja que todo el análisis interno que has hecho del libreto emerja espontáneamente y sin forzarlo. Te ayudará a transformarte en el personaje y a vivirlo con un objetivo en mente, que es lo que los directores quieren ver.

No busques la perfección

Todos tenemos defectos, y a veces fracasamos. Lo mismo sucede con el personaje que interpretas. Si lo haces perfecto, sólo lo privas de humanidad, y no es el modo de que te den el papel. Lo que buscan los responsables del casting es un diamante en bruto, la imperfección de alguien que es el personaje, no su mejor actuación. Quieren que el personaje cobre vida saltando de la página, y ello significa que tienes que ser, no actuar. Posees las herramientas para vivirlo; no necesitas mostrar cuánto has trabajado para lograrlo. Toma conciencia de que las herramientas son el medio de alcanzar un fin.
Durante la entrevista y el fragmento que tengas que mostrar, deja ver tu propia personalidad, pues eso es lo que hace único y diferente. Te recordarán con mayor facilidad si no te conviertes en un molde del personaje para el cual buscan un actor.

Es normal que estés nervioso

Los directores/productores no esperan otra cosa, y si intentas ahogar tu nerviosismo, sólo lograrás entrar en pánico. Un buen truco para estas situaciones es convencerte de que estás nervioso, pues ocurre el mismo fenómeno que cuando tratas de no llorar o de no reír, y lo único que consigues es que lágrimas o risas se vuelvan incontrolables. Y, al revés, si tratas de llorar o reír, nada sucede. Permítete los nervios; son legítimos, dados que una audición puede infundir temor. Afírmate en el trabajo de que hiciste. La aceptación de tus nervios arrasa con la parte que te paraliza y deja la que resulta positiva y útil para tu desempeño.

No te dejes engañar por comentarios amables

Si siempre quedas en segundo lugar, o no vuelven a llamarte, no te dejes engañar por los comentarios amables que se hacen en los castings, pues los encargados no están allí para asumir el rol materno y decirte la verdad. A menudo, con los mejores modales, van a despedirte diciéndote “¡Lo hiciste muy bien!”, o “Muy interesantes tus elecciones”, o “Buen trabajo”. En mi diccionario, estas expresiones se traducen, palabra más, palabra menos, como “¡Sal de aquí y no vuelvas importunarme!”. Si oyes una y otra vez que “no dabas el tipo”, significa que no eres lo bastante bueno, lo cual indica que debes volver a recomenzar y trabajar más duro para conseguir lo que te propones.

Haz tu trabajo

  • Concentración
  • Tenacidad
  • Impulso
  • Amor por lo que haces
  • Libertad para explorar y descubrir
  • Riesgo
  • Apertura para continuar aprendiendo (nunca sientas que ya lo sabes todo –toma conciencia de que nunca se acaba de aprender)
  • Fe en ti mismo
  • Práctica intensiva del oficio
La actuación es una forma del arte, y el arte es infinito: siempre hay algo más que aprender, otro riesgo que explorar, otra faceta que descubrir. Edison resumió la ecuación del éxito en 99 por ciento de transpiración y 1 por ciento de inspiración; es decir, el talento equivale al 1 por ciento, y el resto es trabajo y más trabajo. Aprovecha lo que aprendiste, no tomes atajos, y no holgazanees. Cuanto más trabajes siguiendo los pasos del método, mayor será tu satisfacción en términos de resultados.